Este aceite se obtiene al destilar con vapor las hojas del árbol y tiene un aroma a resina o alcanfor que nos recuerda a un olor desinfectante. Aquí te dejamos algunos tips para incorporarlo a tus rutinas:
- Baños calientes: vierte tres gotas en la bañera con agua caliente y relájate. El vapor del agua junto con este aceite te ayudará con tu piel. En caso de que no dispongas de bañera, puedes utilizar un cuenco de agua caliente y colocarte una toalla sobre la cabeza mientras pones el rostro sobre el cuenco para aprovechar los beneficios del vapor.
- Colutorios y gargarismos: ¿mal aliento? Se recomienda ingerir de dos a tres gotas diluidas en un vaso de agua o zumo y acompañándolo con alimentos, también se pueden realizar inhalaciones o ingerir para temas relacionados con la garganta.
- Pies relajados y descansados: llena un recipiente con agua tibia y añádele un par de gotas de aceite de árbol del té. Ponte cómodo, introduce los pies en el recipiente y relájate.
- Limpieza de utensilios de maquillaje: añade unas gotas de aceite a tu limpiador habitual de brochas y pinceles. Te ayudará a mantenerlos limpios y suaves.
- Cuidado del cuero cabelludo: también puedes utilizar este aceite para agregar unas gotas a tu champú, muy útil para el cuero cabelludo.
- Refresca el ambiente: si tienes un difusor de aroma, añadir unas gotas de aceite de árbol del té en él refrescará y limpiará el ambiente. En caso de no tenerlo o querer disponer de este recurso en cualquier situación, puedes verter unas gotas en un pañuelo y respirar su aroma. Es muy útil, por ejemplo, para vuelos largos.
